II: Un sueño muy real
No podía creer lo que mis ojos me mostraban. Y aún así era... ¿Posible? Delante mía había un inmenso bosque, y con esa palabra no llego a describirlo bien. Eran los árboles más grandes que había visto en mi vida, ¿qué clase de árboles sería? Me eran extrañamente familiares, quizás los habría visto en algún documental, o... Quién sabe. Todo era tan hermoso... Suspiré, me sentía demasiado bien. Un camino se abría paso entre tanta vegetación, me costaba pensar en otra cosa que no fuera lo maravilloso de ese paisaje. Era mágico, como si los mismos dioses lo hubieran creado y habían decidido colocarme allí para admirar su hermosa creación. Inspiré para llenar mis pulmones de ese aire, todo mi cuerpo temblaba de la emoción, y los ojos se me empezaron a llenar de lágrimas. Aún en el suelo cogí un poco de tierra y las restregué entre mis dedos, era suave al tacto, tenía un color un tanto anaranjado, no entendía de tipos de tierras así que no supe adivinar de qué material estaba hecho... ...