Pregúntame.
Se encontraba sentado en una paciente penumbra mientras aguardaba que aquella palida luz asomase a través de su ventana.
En el momneto que esto pasó aparentemente nada cambió, tan solo un recuerdo olvidado asomó entre sus pensamientos.
Una danza armónica y hermosa era lo que era. Un recuerdo tan frágil que costaba retenerlo.
Todo cesó con su aullido de lamento que proclamaba venganza.
A veces los recuerdos son como puñales que se clavan en el alma.
ResponderEliminarBesos