Tiempo al tiempo

Hace unos días que no escribo absolutamente nada, ni aquí ni en mi libreta. Y la verdad es que he estado apagada, lo estoy.
Ha pasado un año desde que todo cambió, y para mi es como si hubiera pasado ayer. Todo ha cambiado, las personas, los lugares, yo...
Aquí estoy, sentada en frente del ordenador con la banda sonora de Like Crazy resonando en cada rincón de mi mente.
Tengo tantas cosas en la cabeza, tantos pensamientos, tantos recuerdos, tanto... Por un momento me gustaría olvidarlo todo y disfrutar un poco más de la vida, pero noto como me es imposible.
Todo el mundo me dice que sonría, que deje ''las gilipolleces'' y alegre la cara. Y la verdad, es que ''las gilipolleces'' son mías, y por mucho que quiera van a seguir estando ahí.
Hay errores del pasado que uno nunca podrá olvidar ni corregir. Y supongo que eso es lo que más me duele, no poder hacer nada, simplemente seguir adelante.
Y es a lo que me he dedicado todo este año, a luchar y seguir, costase lo que costase. Y no voy a mentir, he tenido muchos momentos buenos y me alegro por haber continuado, o más bien, por haberme hecho continuar. 
...
Me pregunto que si a esta edad ya hay dolor que no puedo olvidar, qué será cuando sea más mayor. A veces pienso que lo que me pasa son las típicas tonterías de una chica en plena adolescencia, y posiblemente lo sean, pero tengo derecho a estar de vez en cuando mal. Todos pasamos por el túnel, al final siempre hay luz; y aunque yo piense ahora mismo que estoy dando vueltas y vueltas y siempre paso por el mismo túnel, algún día cogeré el desvió e iré por otra carretera. Y estoy dispuesta a ello, incluso de construirla con mis propias manos. Pero necesito tiempo, tiempo para superarlo, tiempo para poner el intermitente y marchar hacia mi destino, por así decirlo.

Y es que, al final, lo único que cura las grandes heridas es el tiempo. 

Comentarios

Lo más leído

La vuelta hacia delante.

Regalos, regalos, regalos...

¿Egoísmo o cobardía?