Las lágrimas que nunca supimos soltar.

Un lágrima cae por mi rostro.
Y me escuece, y me duele.

Es una lágrima la que he dejado como prueba de lo que siento, lástima que haya sido en mi habitación con la única presencia de la penumbra. 

Esto es porque llevo mucho sin dejar que una sola gota ronde por mis surcos, pero es tanto el tiempo y es tanta la angustia acumulada que se me ha olvidado cómo era. Y me duele el alma de una manera que nunca supe que pudiera doler, tal vez porque sepa que he dejado de buscar mi lugar. 
Ahora me siento perdida entre tanto conocido, si saber muy bien si lo que he ido haciendo todo este tiempo merece la pena de verdad, o estoy jugando a un juego el cual un día apagaré y nunca más volveré a acordarme de él.
Es triste ser tan joven y tener estos pensamientos, pero lo que más me entristece es que estoy triste y no sé como dejar de estarlo. 

Es una sola lágrima de tantas que quiero dejar escapar. Que me gustaría dejar, pero sé que no pasará hasta que no reviente, hasta que no caigan rayos y truenos.

Comentarios

  1. Te entiendo. Lo he pasado y lo estoy pasando a días. Es duro. Pero hay que seguir, todo pasa, todo, en eso es en lo que hay que pensar, en eso y en no dejarse caer.
    Ánimo!
    Besos

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    1. Siempre tenemos nuestros días malos, pero nunca pueden acabar con nosotros.

      Besos!

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  2. Es una etapa dificil de digerir pero llega un momento en que adquirimos la fuerza necesaria para poder pasar página y resurgir de nuestras propias cenizas.
    Besos

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    1. Siempre me he encantado pensar en el resurgir de nuestras propias cenizas, es una expresión que significa muchísimo.

      Besos!

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