La vida.

Dulces campanas sonaban a lo lejos mientras ella caminaba.

Caminaba como si supiera lo que iba a hacer a continuación porque pensaba que el mundo le prestaba atención.
Pero qué ingenua era porque ni yo soy capaz de recordar su nombre.
Vivió una larga vida sin parar un segundo a escuchar esas campanas.
Y qué infortuito que no lo hiciera porque si hubiera parado no habría tenido una larga vida pero al menos la habría vivido.

Comentarios

  1. La vida es una camino que nosotros mismos nos creamos, por lo tanto cada nuevo amanecer es una nueva oportunidad para dar un giro a tu vida.
    besos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Lo más leído

La vuelta hacia delante.

Regalos, regalos, regalos...

¿Egoísmo o cobardía?